Hace unos días me encontré un plan curioso al volver de la universidad: entrenar para las Olimpiadas de la Cerveza. Ocho equipos, ocho países y sólo un premio. Caroline, Anthony, Brandon y Simon habían formado el Team Canada, y como les hacía falta un quinto participante, habían fichado a su vecino Brad para la causa. De modo que, organizados y con mentalidad ganadora, buscaron un lugar tranquilo al aire libre para aprovechar el buen tiempo y que el plan no fuera totalmente insano. Una vez que se les acabaron los 40 botellines, lo único que quedó claro es que Simon y Brad no eran los más apropiados para las pruebas de fondo (las de beber mucho). Mientras tanto, se había hecho de noche y a alguien se le ocurrió encender un fuego. Ya nos queda menos de una semana para estar todos juntos, así que las hogueras nocturnas se han convertido en plan estrella, cuando el tiempo acompaña, para reunirnos y desvariar un rato.
Yo he tenido otra invitada este finde y, como mi periplo aquí va tocando a su fin, voy haciendo balance de esta experiencia de recibir gente y enseñarles, en la medida de lo posible, cómo es mi vida por aquí. Siempre intenté trazar un plan cuando se avecinaba alguna visita, pero luego hay imprevistos, sobre todo cuando se juntan los de allí con los de aquí. Y creo que, precisamente, son las interacciones entre unos y otros lo que me ha parecido más divertido: Brad hablándole a mi hermana mayor de hemorroides, y otro día pidiéndome perdón por olvidarse la bolsita de marihuana encima de la mesa donde mi hermana pequeña estaba a punto de sentarse a desayunar; Brandon probándonos corbatas para la fiesta del museo y gastando bromitas en inglés hasta que Paco se volvía y me preguntaba: "oye, ¿este tío me está vacilando?"; y Simon marujeando con mi madre en su español latino o mirándome inquisitivamente hasta que yo le respondía "ésta está soltera, ésta no, a ésta, ni mirarla..." A veces me ha costado un poquito convencer a los visitantes para que perdieran el miedo y se soltaran a hablar. Otras, en cambio, ha sido de lo más sencillo...
Merche vino a visitarme poco después de pasar varios meses en el Reino Unido, con la suficiente frescura de idioma y de carácter como para que no tuviera que animarla a hablar. Nada más llegar conoció a Simon, a quien le sorprendió gratamente oirla hablar en inglés desde el primer momento, tanto que se dedicó a reñirnos durante el resto del fin de semana cuando nos oía hablar en español. Y luego a los demás, que la invitaron a unirse a la hoguera nocturna. Además de la ya típica visita por el centro, y gracias a la bici que Julie me había prestado, fui con ella a visitar los túneles subterráneos de la ciudad, en parte naturales y en parte excavados en roca durante la Segunda Guerra Mundial. Y, como llegó justo a tiempo, pudo asistir a las Olimpiadas de la Cerveza: darle de beber con los ojos vendados a un compañero, beberse un jarrón de litro y medio en 15 minutos... Canadá quedó solamente cuarta, si lo sé no me aprendo el himno, pero los chicos lucharon con bravura, casi como los españoles del próximo mundial. ¿Ganaremos esta vez? Y puestos a pensar en el futuro próximo, ¿seguirá Merche dispuesta a hablar conmigo en inglés cuando vuelva a España y ya no esté rodeado de guiris simpáticos? Si lees esto, contéstame a una de las dos preguntas, la que quieras...
Yo he tenido otra invitada este finde y, como mi periplo aquí va tocando a su fin, voy haciendo balance de esta experiencia de recibir gente y enseñarles, en la medida de lo posible, cómo es mi vida por aquí. Siempre intenté trazar un plan cuando se avecinaba alguna visita, pero luego hay imprevistos, sobre todo cuando se juntan los de allí con los de aquí. Y creo que, precisamente, son las interacciones entre unos y otros lo que me ha parecido más divertido: Brad hablándole a mi hermana mayor de hemorroides, y otro día pidiéndome perdón por olvidarse la bolsita de marihuana encima de la mesa donde mi hermana pequeña estaba a punto de sentarse a desayunar; Brandon probándonos corbatas para la fiesta del museo y gastando bromitas en inglés hasta que Paco se volvía y me preguntaba: "oye, ¿este tío me está vacilando?"; y Simon marujeando con mi madre en su español latino o mirándome inquisitivamente hasta que yo le respondía "ésta está soltera, ésta no, a ésta, ni mirarla..." A veces me ha costado un poquito convencer a los visitantes para que perdieran el miedo y se soltaran a hablar. Otras, en cambio, ha sido de lo más sencillo...
Merche vino a visitarme poco después de pasar varios meses en el Reino Unido, con la suficiente frescura de idioma y de carácter como para que no tuviera que animarla a hablar. Nada más llegar conoció a Simon, a quien le sorprendió gratamente oirla hablar en inglés desde el primer momento, tanto que se dedicó a reñirnos durante el resto del fin de semana cuando nos oía hablar en español. Y luego a los demás, que la invitaron a unirse a la hoguera nocturna. Además de la ya típica visita por el centro, y gracias a la bici que Julie me había prestado, fui con ella a visitar los túneles subterráneos de la ciudad, en parte naturales y en parte excavados en roca durante la Segunda Guerra Mundial. Y, como llegó justo a tiempo, pudo asistir a las Olimpiadas de la Cerveza: darle de beber con los ojos vendados a un compañero, beberse un jarrón de litro y medio en 15 minutos... Canadá quedó solamente cuarta, si lo sé no me aprendo el himno, pero los chicos lucharon con bravura, casi como los españoles del próximo mundial. ¿Ganaremos esta vez? Y puestos a pensar en el futuro próximo, ¿seguirá Merche dispuesta a hablar conmigo en inglés cuando vuelva a España y ya no esté rodeado de guiris simpáticos? Si lees esto, contéstame a una de las dos preguntas, la que quieras...
I would like to speak in English with u cuz i think you we can learn lots from each other and hope Spain won the game!:P
ResponderEliminarthanks a lots again, it has been such a great weekend for me "Horse":)
Eyyyy!!! Muy bonica la entrada ésta...
ResponderEliminarPor cierto.. creo que has estado en las cuevas que te dije!!
¿Qué día llegas a España??
Merche, I'm glad you had a good time here. I think I should explain the origins of Horse in some future post, for people not to have misleading thoughts, haha! And about speaking English together, I'm in!
ResponderEliminarLucía, finally I went to the caves. The explanation was given only in Dutch, but still it was worth to go there. The June 14th is my last journey in Maastricht. Sounds pretty close, right?
Take care, you two!
Redneck, me encanta, ésa es la que Brad emplea para definir a su hermano pequeño, jeje...
ResponderEliminarjejeje, de los años en los que jugaba al redneck rampage...ya no se hacen buenos juegos de catetos como antes!
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